martes, 28 de octubre de 2014

UN MAL PASO de ALEJANDRO PERDEGOSA
Un periodista catalán, Xavier Huguer, que fue periodista de prestigio ha caído en el alcoholismo. Su amigo Gonzalo, director de un importante periódico, le intenta ayudar y le ofrece un encargo peculiar: hacer el Camino de Santiago y narrar a los lectores el día a día de la peregrinación desde dentro. Xavier Huguer sabe que es su última oportunidad. Desde Roncesvalles a Santiago, hay 769 kilómetros que debe recorrer a pié. El tercer protagonista es Suso Corbalán, comisario de policía de Santiago de Compostela, divorciado de Marina, con una hija adolescente y con medios humanos y materiales limitados. Debe resolver un extraño asesinato: un cadáver va apareciendo desmembrado a lo largo del Camino de Santiago.
Santiago es una ciudad tranquila, pero con la próxima visita del Papa, con motivo del Año Xacobeo, aparecen algunas manifestaciones de activistas contrarios a esa visita. En balcones, en esquinas y en farolas, se ve la frase emblema de esta lucha: “Eu non te espero” (Yo no te espero).
La vida del comisario Suso Corbalán se ve alterada. En las puertas de la catedral aparecen mensajes absurdos contra el Año Xacobeo, pero más grave es la desaparición en Roma tras asistir a un congreso de arte románico, del catedrático de la Universidad de Santiago Mauro Andrade.
El Deán de la Catedral de Santiago, hombre relevante de la ciudad, a quien acompaña una muchacha francesa, está preocupado porque el catedrático desaparecido es su hermano gemelo. Suso no se toma en serio la desaparición. Cree que el hermano del Deán, puede haberse entretenido con cualquier cosa o con “cualquier persona”. Al Deán le asegura que se ocupará inmediatamente del asunto.
El periódico al que manda las crónicas Xavier, publica una de ellas muy sustanciosa: en el Camino, unos peregrinos han encontrado una cabeza humana. Casualmente es la cabeza del hermano del Deán. El comisario Corbalán se da cuenta del error cometido al infravalorar la situación y su primera acción es ponerse en contacto con Xavier, a quien solicita ayuda. Si la cabeza apareció en el Camino, es posible que el Camino sea el escenario del crimen.
Hay un tercer protagonista de esta historia: Fiz, un profesor de universidad, de baja laboral por esquizofrenia, a quien la voz del escritor Álvaro Cunqueiro, le habla desde dentro de su cabeza. Fiz tuvo un enfrentamiento personal con el hermano del Deán, a quien en una ocasión le propinó una paliza. Gracias a su enfermedad no acabó en la cárcel, pero perdió el trabajo. Fiz es el principal sospechoso del crimen.
Los tres personajes no están solos. Fiz tiene a Martiño, que le ayuda en las tareas domésticas y le cuida y a Fátima, la psiquiatra que le saca las castañas del fuego. Suso tiene a dos colaboradores, a Fito, a quien considera una especie de castigo por algo malo que ha debido hacer en esta vida, y a Cárol, su mano derecha.
Una buena novela policíaca, con personajes llenos de humanidad y ternura, salpicada de humor.

miércoles, 22 de octubre de 2014

“Alberti, Aranguren, Francisco Ayala, Juana Mordó”
Fotografías de ALBERTO SCHOMMER (1928), Premio Nacional de Fotografía en 2013. Retratos sobrios, austeros, pero en esos rostros transmiten información de su personalidad.
Miguel Zugaza, director del Prado, comentaba hace unos días, que en España falta una institución similar a la National Portrait Gallery, capaz de recoger lo que aporta el retrato en nuestra tradición artística.

jueves, 16 de octubre de 2014

19 de octubre

Día Internacional del cáncer de mama

domingo, 12 de octubre de 2014

“Lo malo de la muerte es que es para siempre”.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1927-2014) es el autor de “Los funerales de Mamá Grande”, “La hojarasca”, “Memorias de mis putas tristes”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “El otoño del Patriarca”, El amor en tiempos de cólera”, “El general en su laberinto”. En 1967 publicó “Cien años de soledad”, que supuso el aldabonazo de una generación de escritores y la voz de una literatura que dejaba de ser invisible. En 1982 obtuvo el Premio Nobel.
En 1962 Vargas Llosa publicó “La ciudad y los perros”; en 1963 Julio Cortázar “Rayuela” y en 1962 Carlos Fuentes “La muerte de Artemio Cruz”. A esos nombres se unieron los de José Donoso, Juan Rulfo o Jorge Edwards.
El periodismo estuvo presente en la obra de García Márquez en “Noticia de un secuestro” y en “Crónica de una muerte anunciada”. Con su literatura y con su imaginación, García Márquez nos recordó que América Latina era una sociedad viva, con identidad propia en un mundo global, una sociedad donde, afortunadamente, hay más libertad aunque, en ocasiones, haya bastante caos.
La dimensión más controvertida y menos entendible en García Márquez fue, a pesar de su desengaño con el comunismo real, su fidelidad al régimen castristas cubano desde el penoso y cruel “caso Padilla”.
Fue García Márquez quien nos acostumbró a eso que en la década de los cuarenta Arturo Uslar Pietri llamó “Realismo mágico”.

miércoles, 8 de octubre de 2014

La obra “Galdakaoko bizkaiari” de Néstor Basterretxea se instaló en el Parque Ardanza de Galdácano en junio de 2003.
NESTOR BASTERRETXEA (1924-2014). En su escultura recorrió múltiples técnicas y diferentes formas de expresión. Uno de los renovadores de la escultura desde el País Vasco junto con Oteiza y Chillida.
Su nombre se une a los de Alfaro, Gabino, Tapies, Sempere, Pablo Serrano, Berrocal o Marín Chirino, los últimos grandes de la vanguardia en la escultura española. Fue heredero de Picasso, Pablo Gargallo, Julio González o Ángel Ferrant. La “nómina” se completa hoy, en otros nombres, como Cristina Iglesias, Txomin Badiola, Peio Irazu, Susana Solano o Juan Muñoz, fallecido prematuramente.

viernes, 3 de octubre de 2014

El pasado 25 de septiembre falleció en Málaga PEDRO APARICIO. Tenía 71 años. Fue un gran amigo y una excelente persona. El primer Alcalde de Málaga de la democracia en 1979 y se mantuvo como Alcalde en tres legislaturas con mayoría absoluta. Modernizó su ciudad y siempre mantuvo que en esa modernización la cultura tenía un papel protagonista. Era una persona muy culta, buen conversador, doctor en Cirugía, culé entusiasta, columnista en el Diario Sur. En 1995 dejó el Ayuntamiento.
Coincidíamos en cierto desencanto de la clase política actual y coincidíamos también en no sentirnos demasiado queridos por el aparato de nuestro Partido, el PSOE.
Durante unos años compartimos escaño en el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y compartíamos cierta admiración hacia Salvador Allende. En 2008 me envió dedicado “Sur de Europa”, un libro con una selección de artículos periodísticos suyos publicados entre 204 y 2007.
Viajamos en una ocasión a Buenos Aires y aún recuerdo que llevó hasta el bar de un hotel donde había descubierto que un camarero sabía preparar un dry Martini como a él le gustaba y cómo me narraba la pequeña aventura para que le dejaran entrar hasta el césped del campo de futbol del Boca. Había recorridos miles de kilómetros en ferrocarril y había visitado bastantes estadios de futbol: eran sus manías. Sus aficiones estaban cerca de la lectura y la música.
No quería en este Diario de un escéptico falta un recuerdo para Pedro Aparicio.