domingo, 12 de junio de 2011

Leo el libro “UN GUARDIA CIVIL EN LA SELVA” de GUSTAU NERÍN. En el libro, escrito a partir de investigaciones del autor y en un estilo ameno, Nerín describe el proceso de ocupación y colonización del territorio de Guinea Ecuatorial a través de los hechos protagonizados por un enclenque teniente de la guardia civil Julián Ayala Larrazabal que llegó allí en 1917, un hombre religioso, inteligente, astuto, cruel y sin escrúpulos.
Nos acercamos a la actuación de los colonos españoles que practicaron el robo, el tráfico de mano de obra esclava, la utilización para sus fines de los fondos públicos. Ayala, racista y violento, oficial al mando de la Guardia Colonial en una zona de Guinea, personificaba mejor que nadie la actuación de los colonos. Durante veinte años, reclutó por la fuerza mano de obra para los trabajos necesarios para ocupar el territorio, comerció con la mano de obra esclava que necesitaban las plantaciones de cacao de la isla de Fernando Poo, acabó con todo un clan los “osumus”, un auténtico genocidio. Nunca fue juzgado por esos hechos. Y junto a él vemos la actuación de las autoridades enviadas por Madrid a la colonia, la siniestra e intolerante actuación de los misioneros claretianos, que eran mayoría.
La pista de Ayala se pierde en Camerun en 1939. Murió en 1942 en Barcelona. Guinea Ecuatorial fue independiente a partir de 1968.

2 comentarios:

Elvira dijo...

¡Qué espanto! :(

Escéptico dijo...

Tienes razón, Elvira que la vida del sujeto fue un espanto. Pero aun me parece mayor espanto que se le permitieran todo tipo de tropelías en Guinea.