domingo, 28 de marzo de 2010



MIGUEL DELIBES (1920-2010)
Con “La sombra del ciprés es alargada” obtiene el Premio Nadal en 1943. Fue Premio Príncipe de Asturias en 1982 y en 1993 obtuvo el Premio Cervantes.
Falleció en Valladolid, la ciudad a la que había dedicado su última novela “El hereje” (1998). Allí sitúa la acción cuando en el siglo XVI la inquisición persigue a los luteranos. De esa novela ha escrito Emilio Lledó “es una especie de ajuste de cuentas con el país en la que vivía su autor: el país de la degeneración mental, de la hipocresía, de la falsedad”.
Sumó al apoyo y afecto de críticos y escritores, el entusiasmo de muchos lectores.
Hombre discreto y austero, castellano cabal, honesto, socarrón.
Construyó su literatura sobre la sencillez, la huida del artificio y el dominio del lenguaje del castellano.
Tuvo el gesto de honestidad intelectual de rechazar la “invitación” para que escribiera una novela con la que ganaría el Planeta.
Quizá para algunos jóvenes, aspirantes eternos a se anglosajones, Delibes era demasiado español, demasiado castellano. Lo escribía muy bien Antonio Muñoz Molina el pasado día 10 de marzo en El País. Delibes no era un escritor maldito, no era un escritor de culto. Era, simplemente, un gran escritor
No hay en Delibes costumbrismo, sino observación de lo humano y común en la vida de la gente, una gente no ajena al tiempo concreto en el que vive, una gente de verdad y que siendo verdad Delibes la creó en sus libros y en su literatura desde la que alcanzaron una dimensión universal.

ALGUNAS DE SUS OBRAS
“La sombra del ciprés es alargada” (1943)
“El camino” (1950)
“La hoja roja” (1959)
“Las ratas” (1962)
“Cinco horas con Mario” (1966)
“El disputado voto del señor Cayo” (1978)
“Los santos inocentes” (1981)
“Pegar la hebra” (1990)
“Señora de rojo con fondo gris” (1991)
“Diario de un jubilado” (1995)
“El hereje” (1998)

miércoles, 24 de marzo de 2010



Escribo hoy a partir de notas tomadas después de leer dos interesantes artículos de Jorge Volpi y Jean Daniel publicados en El País los pasados 26.01.10 y 11.01.10.
“Existe un resurgimiento de la defensa de la moral pública – especialmente sexual – en el seno de la derecha”.
Vivimos una época de fuerte presencia e influencia religiosa: el islamismo que golpea en Pakistán, Afganistán e Irak, una forma mesiánica del sionismo americano, el fundamentalismo evangélico en Estados Unidos, el Hezbolá libanés, el Hamas palestino, los rebeldes de Yemen, la fuerza de la jerarquía y de los movimientos católicos en Europa y América Latina.
En México, uno de los regímenes laicos más sólidos, la Iglesia católica está tratando de retomar un papel de guardián de las conciencias y de influir en asuntos de interés público.
La guerra se establece entre quienes defienden la libertad individual y quienes quieren limitarla; entre quienes defienden políticas públicas liberales, laicas y de interés general y que las creencias corresponden al ámbito individual y personal y quienes defienden el derecho a influir desde sus creencias en la legislación y en las políticas públicas.
La religión, las iglesias, incluida la católica, no pueden regular la vida de todas las personas, incluidas las que no comulgan con sus creencias.
Con ese afán de influir y regular, las iglesias no hacen sino profundizar negativamente en las lógicas diferencias de las personas que configuran una sociedad plural.
Si la Iglesia católica ha perdido parte sustancial de su influencia, caso de España, debiera analizar sus causas, pero no cargarnos a todos con su dogmatismo moral y su fundamentalismo social.

domingo, 21 de marzo de 2010



LEONARDO PADURA ha publicado en España media docena de buenas novelas de género negro protagonizadas por el ex comisario Mario Conde. Leo su última novela “EL HOMBRE QUE AMABA LOS PERROS” en la que se cuentan tres historias paralelas: el exilio de Trotsky, uno de los principales líderes de la Revolución de Octubre, desde 1929 hasta su muerte en México en 1940, la preparación y ejecución de su asesinato y el destino posterior de quien fue el asesino por encargo de los servicios secretos soviéticos, el catalán Jaime Ramón Mercader del Río que pasó 20 años en una prisión mexicana, vivió en Moscú y pasó el final de sus días en La Habana, donde solía pasear a diario con sus perros por la Quinta Avenida del barrio de Miramar.
Padura cuenta el recorrido del exilio de Trotsky por Alma-Ata (Kazajstán), Turquía, Francia, Noruega y finalmente en una "casa-fortaleza" en Coyoacán, en la ciudad de México, después de haber vivido una temporada en la Casa Azul de Diego Rivera y Frida Khalo, sigue los pasos de Ramón Mercader desde sus tiempos como soldado en la Guerra Civil española y sus estancias en Moscú, Francia, Nueva York y México.
Padura ha dicho: "Stalin y Trotsky pensaban de dos modos diversos sobre la revolución. Stalin, para consolidar su poder, se aferró a su teoría del socialismo en un solo país, y coartó todo atisbo de democracia y pluralidad. Trotsky, con su teoría de la revolución permanente, pensaba que la victoria en Rusia era sólo un paso para luego seguir por Europa. Pero Stalin prácticamente traicionó a la posible revolución china en 1926-1927, no permitió una alianza entre las fuerzas de izquierda en Alemania que pudieron evitar el ascenso de Hitler al poder, maniató a la Internacional Comunista y en España, durante la guerra civil, exigió que se luchara por la victoria sin hacer la revolución. Era el menos brillante, pero demostró ser el más astuto y sibilino. Trotsky era brillante, orador, culto, mundano, famoso y mítico. Eliminar a Trotsky se convirtió en una exigencia para que Stalin pudiera conseguir la preeminencia y el poder absoluto, incluso la posibilidad de rescribir la historia y robarse un protagonismo que nunca tuvo".
Este libro de Padura parece que estaría disponible en Cuba algunos meses después de su publicación en España. Ignoro si ello ha ocurrido ya. A través de esta novela los cubanos sabrán que convivieron con este asesino. Cuando Padura habló en Cuba de su libro se le preguntó: “¿Tenía Mercader vínculos y la eventual protección del estado cubano durante su permanencia en nuestro país?”.
Padura respondió que la madre de Mercader, que se llamaba Caridad, trabajó como secretaria en la embajada de Cuba en París en los primeros años de la Revolución y que había tenido vínculos de Mercader con figuras importantes del viejo Partido Comunista, que lo auxiliarían en Cuba, una de las vías previsibles de escape después del asesinato.
Padura ha recordado que para la mayoría de los cubanos de su generación, el líder soviético, figura clave al lado de Lenin durante la Revolución de Octubre, era un hombre prácticamente desconocido o mal conocido.
“El misterio alrededor de qué había ocurrido con él, quién era, cómo había llegado al entorno de Trotsky…, que en 1974 viniera a vivir a Cuba y muriera aquí en 1978, fue algo que, desde que tuve noticias de él, me atrajo”, dijo Padura. Durante muchos años Ramón Mercader vivió en el anonimato. “Las personas que se relacionaron con él en Cuba no sabían de quién se trataba”.
Según Padura, la historia que dé sentido a la novela, ocurre en Cuba cuando el protagonista un día se encuentra en las Playas del Este a Jaime Ramón López, un señor que está paseando a dos perros rusos. “Este muchacho, el protagonista de la novela, no puede imaginar que esté conversando con Ramón Mercader, un hombre del que no sabía que existía y no tenía ninguna razón para conocer que vivía en Cuba. Empiezan a conversar hasta que «Jaime», que se sabe enfermo de muerte, decide contarle a este joven la historia de su «amigo» Ramón Mercader, porque considera que se va a perder y quiere que alguien la conozca”.
Una buena e interesante novela.

lunes, 15 de marzo de 2010



A Elvira, que sabe captar los instantes de las flores como nadie.

Leí la noticia de que en vísperas del día de San Valentín, 250 aviones despegaron de Bogotá para exportar 800 millones de flores colombianas. El cultivo de flores en Colombia es una pasión y es el segundo país exportador de flores del mundo después de Holanda y es el primer exportador de claveles, un puesto conseguido a costa de España.
Colombia dedica al cultivo de las flores 7.500 hectáreas, el 90% en invernadero y emplea a 200.000 personas.
Las exportaciones de los floricultores colombianos sumaron en 2009, 770 millones de euros (1.050 millones de dólares), aunque el margen de ganancia tiende a disminuir por el aumento de los costes de producción y porque el peso colombiano se ha revalorizado respecto al dólar.
Son grandes productores también China y México, pero de flores de peor calidad y comienzan a ser competitivos Kenia y Ecuador.
Los grandes consumidores son Estados Unidos, Alemania, Suiza, Noruega, Inglaterra y Corea del Sur.
El gran riesgo de este sector productivo colombiano es que los costes fijos sigan subiendo y el dólar bajando respecto a su moneda nacional.

sábado, 13 de marzo de 2010



Todos los jueves por la noche no suelo perderme en el Canal 21 de Canal+ la serie “The good wife” (La buena esposa), protagonizada por Julianna Margulies y dirigida por Tony y Ridley Scout, que aportan calidad cinematográfica a la serie, de gran éxito en Estados Unidos.
Se recrea en clave de ficción un reciente escándalo político – sexual que le costó la dimisión al gobernador de Nueva York Eliot Spitzer, casado con Ashley Depré.
La serie destaca la actitud de la esposa ante la humillación personal que supuso el escándalo público de su marido. Ella asume su responsabilidad familiar y profesional, intentando, desde su trabajo, superar el drama en el que se ha visto envuelta. Es una mujer inteligente y no quiere ser una mujer frágil.
Para mi una buena serie de ficción con la referencia de la realidad, que puede quizá generar polémica por la actitud compasiva de la esposa, que para algunos puede ser una actitud valiente y para otros una actitud resignada.
Personalmente me gusta Julianna Margulies, a quien no había visto en los episodios de “Urgencias”, pero sí en los de “Los Soprano” en los que trabajó.

domingo, 7 de marzo de 2010



“FUERZA, CHILE”
El próximo 11 de marzo se producirá el cambio de Gobierno en Chile, un país demasiado acostumbrado históricamente a sufrir adversidades.
Ahora ha sido castigado con un terremoto, uno de los mayores de la historia de nuestro planeta, con numerosas réplicas, con un maremoto, que han dejado cientos de muertos, damnificados, destrucción de viviendas e infraestructuras, desaparecidos…
Siento por Chile una debilidad especial y creo que sabrá resistir y superar otra vez, con coraje y fuerza las dificultades y problemas ocasionados por esta catástrofe.
Por eso, “FUERZA, CHILE”.
El nuevo gobierno de Sebastián Piñera tendrá que dedicar sus esfuerzos prioritarios a reconstruir el país.

jueves, 4 de marzo de 2010



Leo "LOS DEMONIOS DE BERLÍN" de IGNACIO DEL VALLE, novela protagonizada también por Arturo Andrade, el soldado de la División Azul que aparecía en su obra anterior "El tiempo de los emperadores extraños". La acción se sitúa en uno de los episodios siniestros de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial.
En 1945 los soviéticos están ocupando Berlín, suenan los continuos bombardeos ingleses y estadounidenses y las calles aparecen llenas de cadáveres y escombros. Hitler y su personal se mantienen, encerrados en el búnker de hormigón debajo de la Chancillería y asisten a la caída del Reich. La derrota alemana es inminente. El soldado Andrade, un español que se ha incorporado de alguna manera al Ejército alemán encuentra a un científico del Reich muerto, Ewald von Kleist, y en sus bolsillos un misterioso diagrama. La novela nos aproxima a una Alemania a punto de colapsar, y nos muestra a un soldado que deberá enfrentase a múltiples demonios para salvar lo único que parece interesarle: el amor de una mujer. Un novela de perdedores, de conspiraciones, situada en la demencia de la Alemania nazi, centrada en el hipotético desarrollo del armamento atómico por los nazis.
Es, también, una reflexión sobre la naturaleza humana y su capacidad de resistencia. Una buena novela.

lunes, 1 de marzo de 2010



CENTENARIO de JAUME VICENS VIVES (1910 – 1960), el gran renovador de la historiografía española desde el rigor intelectual y el dato contrastado, evitando el sentimentalismo y la excesiva ideologización e insistiendo en los datos sociales y económicos como elementos básicos para conocer la historia.
Al repasar algunos textos escritos con motivo de este centenario, algún autor le califica de pragmático y que por ello supo ser, en algunos momentos, puente entre el catalanismo y el franquismo.
Depurado en 1939 y suspendido de empleo y sueldo durante dos años, fue trasladado a Baeza. Pasado un tiempo, obtuvo por oposición la plaza de catedrático de Historia Moderna en Zaragoza y después la cátedra de Historia de España Moderna y Contemporánea en la Universidad de Barcelona.