viernes, 24 de julio de 2009

Robert McNamara falleció en Washington el pasado 6 de julio. Secretario de Defensa en los gobiernos de John F. Kennedy y Lindon B. Jonson, contribuyo a mantener a su país en la guerra de Vietnam, una guerra que terminó con la derrota del ejercito más poderoso del mundo, pero como Secretario de Defensa no dudó en enviar al ejército a Estados del Sur de su nación para defender los derechos civiles de los negros. Con Kennedy, del que fue un colaborador muy cercano en el proceso de modernización de la sociedad americana, gestionó la crisis de los misiles en Cuba evitando la catástrofe de un conflicto nuclear en plena guerra fría.
Cuando dimitió en 1968 como Secretario de Defensa, estaban en Vietnam 400.000 soldados americanos. En aquella guerra murieron 58.000 americanos y cerca de un millón y medio de vietnamitas.
Reflexionó mucho sobre aquella guerra de Vietnam a la terminó calificando de "terriblemente equivocada", reconociendo sus errores y responsabilidades en su libro: "Retrospectivamente: la tragedia y lecciones de Vietnam". Llegó a la conclusión de que la de Vietnam era una guerra inútil e imposible de ganar. Como escribió Norman Birnbaum, recordando el origen calvinista de McNamara, "se expuso al juicio de sus contemporáneos en un acto de contrición acorde con las tradiciones de la dura moral puritana". Nadie tuvo gestos de compasión hacía su arrepentimiento y hacia su sentimiento de vergüenza.
Su protagonismo en el desastre de Vietnam ocultó otras facetas de McNamara. Llegó a la política desde las aulas de la Universidad y desde la dirección de grandes empresas como Ford. Había estudiado economía y filosofía y era, por ello, un político ilustrado, una persona que podía sentirse más cerca de un intelectual que de un político activo. Era un civil y no un militar y como Secretario de Defensa quiso buscar la mayor eficacia a las acciones del ejército americano. Pero las cosas no salieron como las tenía previstas en su lógica.
Economista brillante, fue presidente del Banco Mundial desde donde impulsó la guerra contra "la pobreza absoluta", defendió lo que el llamó "sensatez ambiental" y encargó a Willy Brandt un informe sobre las desigualdades en el mundo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es triste que cuando uno se arrepiente nadie le de el beneficio de la duda, pero siempre es mejor eso que no como otros que jamas se arrepienten de las cosas que han hecho o por las que han dañado a la gente.

En este pais tenemos muchos ejemplos de gente que se hace llamar politico.
Gracias por hacerme conocer a este personaje.

ADELAIDA dijo...

gracias por informarnos y mantenernos al día de muchas de las cosas que desconocemos.

un besito

Escéptico dijo...

Ya sabeis, anónimo y Adelaida, que me gusta escribir aquí de cosas muy diferentes. Si en algún momeno sirven para informar de algo, pues me alegro.
Gracias a vosotros por vuestros comentarios.

Sotogrande dijo...

quiero irme de vacacioneeees

escéptico dijo...

Sotogrande: si te vas de vacaciones disfruta de ellas y si no te vas disfruta del deseo.

ADELAIDA dijo...

pues yo quiero dejar de trabajar para dedicarme a todo lo que me gusta!!!!
o por lo menos no madrugar, nunca más!!!!!