martes, 2 de junio de 2009




He leído ahora estas dos novelas publicadas al eco del bicentenario de los sucesos del 2 de mayo de 1808

"VIENTOS DE INTRIGA" de JOSÉ CALVO POYATO.
La novela comienza con la entrada en España de las primeras tropas francesas, en un momento en que la situación política y económica en España era más bien desastrosa. Al rey Carlos IV le llega una nota anónima alertándole que hay una conspiración detrás de la cual está su hijo, el futuro Fernando VII. Aparecen los dos bandos de la Corte, los partidarios de Godoy y sus enemigos.
Esa conspiración de El Escorial desembocará unos meses después en el motín de Aranjuez el 17 de marzo de 1808. Los partidarios del Príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, consiguen que el Rey destituya a Godoy. Carlos IV abdicará días después, circunstancia que será aprovechada por Napoleón para invadir España sin que existiera autoridad real, civil o militar que se opusiera.
El siniestro Fernando VII fue llamado "el deseado" y aclamado cuando llegó a ser rey, por el rechazo que acumulaba el controvertido Godoy, "El Príncipe de la Paz" que tuvo siempre el apoyo de María Luisa de Parma, la esposa de Carlos IV.
Fernando VII pasará la Guerra de la Independencia en Bayona felicitando a Bonaparte por sus victorias en España.
El autor, mezclando realidad histórica y ficción, repasa en la novela los hechos que desencadenaron la Guerra de la Independencia.

"UN DIA DE CÓLERA" de ARTURO PÉREZ REVERTE.
Había españoles que sentían vergüenza de que el ejército imperial francés hubiera ocupado España sin disparar un tiro, con la Monarquía en Francia, con la complacencia de las autoridades que quedaban en España y con la subordinación de un ejército español agotado y empobrecido.
La respuesta del 2 de mayo en Madrid fue popular, espontánea, de hombres y mujeres que se enfrentaron con escopetas, palos, navajas y piedras al mejor ejército del mundo. La novela es un homenaje a los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde y al teniente Ruiz, dos de ellos son los nombres más conocidos que fallecieron aquel día en a la defensa del cuartel de Monteleón acompañados de una docena de militares y un par de centenares de civiles, pero es un homenaje a las decenas de madrileños que se lanzaron a la calle de forma espontánea enfrentándose al ejército imperial de Napoleón.
El autor narra en su historia novelada o en su libro documento, los hechos históricos, las pequeñas historias, con datos, nombres y apellidos, de quienes fueron protagonistas, anónimos en muchos casos, de aquel 2 de mayo de 1808 en Madrid. La resistencia popular fue superior a la que esperaba el ejército francés.
Junto a ese pueblo quizá iletrado pero orgulloso, la crueldad del ejército invasor y el silencio, la complicidad y el entreguismo de la burguesía que consideraron aquello un motín popular ajeno a sus intereses, de una Iglesia reaccionaria, de las autoridades, incluida la cobarde Junta de Gobierno, del ejército decantado hacia el lado francés y el desconcierto de algunos como Goya, Moratín o Blanco White que viendo cómo el pueblo se lanzó a la calle para matar a los franceses, el ejército que había quitado del medio a una monarquía corrupta e inútil, se preguntaban quienes eran los suyos en aquellas horas trágicas.
El autor nos arrastra por los hechos violentos ocurridos en Madrid ese día y nos ayuda a conocer a las personas que participaron y las calles y plazas que recorrieron.
Murat aplastó el levantamiento y se planteó controlar la administración y el ejército español, castigar a los rebeldes para escarmiento de toda la población y confirmar que él gobernaba en España.

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