ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT crea en 1996, en “Ritos de muerte”, el personaje de Petra Delicado, inspectora de policía con la que trabaja el subinspector Fermín Garzón. Dos personajes contrapuestos pero complementarios, leales en su trabajo y amigos para aceptarse confidencias, superar diferencias y entender los silencios. A la no siempre tranquila vida sentimental de Petra Delicado, a su radicalidad y a sus deseos de vivir y disfrutar con intensidad la soledad, se contraponen las contradicciones familiares de Garzón, su campechanía, su gusto por la comida sencilla y abundante y su forma de entender la vida y el trabajo.
De esta autora he leído: “Ritos de muerte”, “Día de perros”, “Mensajeros de la oscuridad”, Muertos de papel”, Serpientes en el paraíso”, “Un barco cargado de arroz”, todas ellas protagonizadas por los dos personajes creados por ella. Ha escrito otras obras, pero a mi me han interesado las correspondientes a su serie de novela negra.
Su última novela, que también he leído, “NIDO VACÍO”, quizá su mejor novela, la más personal incluso, en la que además de investigar el crimen se acerca a la realidad social y vital del entorno donde los hechos se producen.
Asuntos no simples como la pederastia o la relación de una infancia que vive cerca del crimen y de la delincuencia, son temas de esta novela que finaliza con un epílogo sorpresa, que se podía apuntar en otras novelas anteriores y que en esta se hace realidad de forma casi sorpresiva. Petra Delicado contrae su tercer matrimonio con un arquitecto dos veces divorciado y Garzón se casa con alguien que pertenece a la alta burguesía barcelonesa.
Será curioso ver el comportamiento de la inspectora y el subinspector en la próxima novela de Alicia Giménez Bartlett, una vez que ambos han abandonado su soltería.