sábado, 9 de febrero de 2008

La estabilización de Afganistan es hoy el gran compromiso al que se enfrenta la OTAN. Los talibanes y los señores de la guerra son hoy una amenaza superior a cuando se produjo el despliegue de las tropas de la Alianza Atlántica que suman hoy 40.000 soldados, incluidos los de Estados Unidos cuyo cuartel general está en Kabul.

El viernes estuve en la Sala Pereda del Palacio de Festivales viendo "Homebody/Kabul" (En casa / en Kabul) la obra de Tony Kushner con dirección de Mario Gas, un texto que se estrenó en Estados Unidos en diciembre de 2001, con críticas que acusaron a la obra de protaliban y que desde entonces se ha ido adaptando y actualizando. Una buena noche de teatro. Que la obra comenzara a las 22 horas, me permitió poder asistir al homenaje a José Felix.

La vieja historia de Afganistan, su ubicación estratégica en aquella zona del mundo con fronteras con Irán Pakistán y algunas antiguas Repúblicas de la Unión Soviética, el papel del colonialismo, su relación con el Islam y con Occidente, el protagonismo de los talibanes y las tribus, la ocupación de la Unión Soviética convirtiendo al pais en una pieza de la guerra fría...configuran un texto de teatro político, lúcido y comprometido con una realidad que no nos es tan lejana como parece.

La obra se inicia en Londres en 1998, con el monólogo de una mujer, convencional ama de casa británica, que se siente atraida por Kabul y su historia, un monólogo de 60 minutos interpretado de forma brillante por Vicky Peña, que es una pieza teatral por si mismo.

El resto de la obra, de tres horas de duración, sucede en Kabul, donde se ha marchado la mujer y se ha convertido al islam y donde tratan de localizarla su esposo y su hija. El contraste de la británica es el personaje de Mahala, interpretado de forma perfecta por Gloria Muñoz, mujer culta, bibliotecaria de profesión, casada con un talibán y que desea salir de Afganistan.

La obra concluye en Londres, con el mismo escenario inicial, aunque haya cambiado la protagonista de la escena.

Buena interpretación en general de la compañía, en la que se integran seis actores de origen árabe que dan vida a los personajes de la sociedad de Afganistan. A destacar las interpretaciones de Vicky Peña y Gloria Muñoz.

En la estructura de la obra se nota que su autor, Tony Kushner, es un buen guionista de cine, ofreciendo después del monólogo inicial una sucesión de secuencias/escenas con las que construye el discursos dramático de las situaciones inidividuales y colectivas y que resuelve de forma muy eficaz la inteligencia y experiencia de Mario Gas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé qué decirte... A mí no me gustó tanto. El texto se me antojó innecesariamente largo -con la mitad hubiera estado de sobra- y la trama no acabó de convencerme: la encontré convencional y, por momentos, incoherente. Los personajes no eran demasiado verosímiles -pienso en el padre pasivo y la hija histérica- y la miscelánea de conflictos me pareció distractiva. La escenografía tampoco era para tirar cohetes. En resumen, una obra que podía haber resultado bastante mejor; o tal vez yo esperaba mucho de ella a priori.
Un beso.

Anónimo dijo...

Comparto la opinión de Ana de La Robla.

Sinceramente, lo que más me gustó fue la tapia del decorado. Y lo digo en serio.

Anónimo dijo...

Sencillamente me aburrio, por respeto al teatro a los actores no me marche,esceptico, no estoy de acuerdo con tu entusiasmo

Anónimo dijo...

> "Los talibanes y los señores de la guerra son hoy una amenaza superior a cuando se produjo el despliegue de las tropas de la Alianza Atlántica"

Desde luego hay que ser poco escéptico y tener bien interiorizado el mensaje de la izquierda antiamericana para decir esto en un artículo de cultura, y quedarse tan ancho.

Es que ya no nos acordamos del bombardeo de las estatuas de Buda?

Como tiene que ser una sociedad que hace eso? Es la guerra y són ellos o nosotros. Mirar hacia el futuro o volver al feudalismo. Y me dá lo mismo que los USA sean imperialistas. También lo fueron los romanos y de ahí venimos nosotros. Y por lo general cada vez que alguien ha tenido poder lo ha usado con mayor o menor acierto, y ya nos gustaría a los españoles poder presumir del acierto usando el poder que han tenido los americanos desde hace un siglo.

Anónimo dijo...

Amigos de la farándula:
Que a mi me gustara "En casa / en Kabul" no quiere decir que se comparta esa opinión, y hasta puedo entender alguna decepción que otra por la construcción de la obra.
En todo caso, gracias y besos

Anónimo dijo...

Amigo sotogrande:
Tranquilidad. Ni toda la izquierda es antiamericana ni toda la derecha es pro yanki.
Que no me guste absolutamente nada el actual presidente americano (quien no sabe andar y mascar cichle al mismo tiempo) no quiere decir que no aprecie a Estados Unidos y a bastantes de sus cosas, incluidos los liberales y progresistas de aquel pais.
Para afirmar que la situación de Afaganistan es hoy preocupante solo hay que leer algunos análisis de política internacional; ver lo que sucedió en la reunión de Ministros de la OTAN celebrada en Vilma; analizar por qué la Conferencia anual sobre Política de Seguridad que se celebra que Munich se ha dedicado con carácter monográfico a Afganistan o por qué los Estados Unidos piden que a las fuerzas desplegadas hoy en aquel pais se sumen otros 7.000 soldados.
Ha habido avances, pero no los suficientes para evitar que en Afganistán y en Occidente se extienda la opinión de que son fuerzas de ocupación. No es fácil convencer de que una fuerza militar tan importante solo pretende reconstruir el país y sus instituciones más básicas.
Al Qaeda, que opera en Irak, lo hace desde Afganistan.
El cultivo del opinio ha crecido y evitarlo no está en los objetivos de la OTAN.
Los briáticos un día y después los soviéticos entendieron que en Afganistan no se gana una guerra.
El Presidente Karzai apenas si controla Kabul.
Pakistan no ayuda demasiado a resolver el problema.
El tema es, que la OTAN no puede salir derrotada de Afganistan y está por ver cómo una fuerza militar construye un Estado y una sociedad civil.
Un abrazo y se bienvenido, como siempre

Anónimo dijo...

Grácias Escéptico, una vez más tus palabras me calman la arritmia que me provoca entever un atisbo de antiamericanismo en referéncia a países de Oriente Medio. Sólo conozco Afghanistan por referencias de corresponsales, y estoy de acuerdo que aquello entre el gas y la droga es un polvorín. Pero hace años que lo es y no es sólo culpa nuestra ni de los americanos. Hay muchos intereses en juego.