domingo, 20 de enero de 2008



De Daniel Silva había leído anteriormente "El confesor" y ahora he terminado "EL HOMBRE DE VIENA".

En ambas novelas el protagonista es Gabriel Allon, agente del Mossad que ejerce de restaurador de arte en Venecia. La implicación de la Iglesia católica y particularmente del Vaticano en el Holocausto, los programas nazis para ocultar las pruebas, la colaboración de banqueros suizos para ocultar los saqueos cometidos por los dirigentes del nacionalsocialismo, el crecimiento de la ultraderecha y del antisemitismo en paises como Austria, el destino final en Argentina de muchos criminales de guerra, las relaciones entre servicios secretos, un recuerdo a la Shoah... son los temas de esas novelas cuya lectura es atractiva desde las primeras páginas.

Soy un lector que se atiene muy poco a los sistemático y a quien le gusta disfrutar con la lectura.

2 comentarios:

amarilis dijo...

Me gustaría que visitaras mi blog, a ver qué te parece
http://unhuecoparaescribir.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Amarilis:
he llegado hasta tu blog, pero no te he podido dejar un mensaje allí, porque no permite "alias".
Te decía que todo aquel que mantiene un blog me merece un respeto. El tuyo es lírico y quizá serio, pero eso no es un defecto sino una forma de expresión. De momento he mirado al mar para que en el reposen las nostalgias.
Un abrazo